domingo, 13 de enero de 2008

Qué tan llorón será



“Aprovechen en descansar” es el consejo que se escucha con más frecuencia, “vienen meses bastantes fuertes”. ¿Pero qué tan fuertes pueden llegar a ser? Escucho historias de bebitos llorones, una más terrible que la otra en la que el papá terminan puteando al maldito bebé de tres meses que solo come, caga y llora, llegando incluso a jaquear a la misma pareja que se ve envuelta en una vorágine de peleas.

De alguna manera es un albur cómo se comportará el bebé en sus primeros meses, de la misma manera en que no sabemos cómo llevaremos la situación, cómo reaccionaremos, qué lados de uno se moverán y saldrán, qué encontronazos tendremos, cómo reaccionará la mamá cuando yo coloque mal un pañal o cuando crea que no es necesario volver a levantarse con el “manipulador” llanto. Soy un dormilón empedernido, de los que disfruta despertándose tarde, qué será de mí cuando por enésima vez tenga que levantarme a calmar el llanto.

Hay momentos en que de pronto tomo consciencia del prolongado silencio de algún lugar la casa y me pregunto qué irá a ser de estos momentos de quietud. Qué serán de mis tiempos para mí. La sensación, como que va llegando a su fin una etapa de la vida, es imposible imaginar cuáles serán las implicancias de los próximos cambios y qué cosas ya no volverán a ser la misma. Qué tanto cambiaré internamente. Algo te aterra, algo se ilusiona.

Cómo serán muchas cosas, solo queda esperar, por el momento, esperar aproximadamente unas 14 semanas.
Voy entrando en cuenta regresiva y buscando algunos métodos para calmar bebés.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola José Antonio,

me he acabo de leer tu blog de pe a pa. ;-)

He pasado un buen rato reviviendo algunas de las cosas que hace apenas unos meses vivimos mi mujer y yo.

En realidad el tema del sueño, al menos en nuestro caso, no ha sido tan complicado. Pero, ojo, estábamos preparados para lo peor. Los amigos que ya habían sido padres nos repetían tenebrosos 'dormiiiiid ahora que podéééééis, dormiiiiiidddd' cada vez que nos veían.Jeje.

La verdad es que depende del niño. El nuestro, por suerte no tuvo cólico del lactante que es lo que les suele inquietar tan pequeños. Por cierto, una cosa que me ha llamado la atención es que el peque requirió más atención nuestra a medida que iba creciendo. Es decir, recien nacido, prácticamente dormía y comía. Espera uno tanto conocerlo y tenerlo en casa que luego te sorprende el poco ruido que hace. :-) Luego la cosa cambia, afortunadamente y ahora, con 10 meses andamos en la fase 'me gusta oir mi voz y por eso me pongo a chillar como un loco a la menor ocasión'.

Lo que si es cierto es el tema del tiempo, a nosotros nos ha cambiado por completo los horarios, los hábitos de vida ( apenas hace un mes que 'intento' volver a hacer deporte, ahora el que parece embarazado soy yo!), pero compensa de todas todas.Ya lo creo.

En fin, que me enrollo.Me ha parecido muy interesante todo lo que he leído, pero hay un escrito de Jodorowsky que me gustaría emplear, con tu permiso, en mi página. Página que , por supuesto, te invito a visitar.

Salud!