viernes, 21 de noviembre de 2008
Agú ta-ta
Ya quedó atrás la época de los baberos, un babero cada treinta minutos, llegando a tener toda la baranda de la escalera con los baberos secando.
Andas en la época de llevarte todo a la boca, que bestia, gran parte de tu contacto con el mundo es vía la boca (la esponjita del baño, los pies a la boca...)
Van apareciendo tus dos primeros dientecitos.
Tus manitos van puliendo sus movimientos, aprender a sostener las cosas, agarrarlas, a usar tus dedos, el dedo pulgar
Ya tu cuerpo se puede mantener sentadito
Te gusta estar parada.
Todavía no sabes gatear pero la posición de tu cuerpo esta lista, tu cuerpo en posición gateo, pero todavía no sabes llevar tus brazos hacia delante.
Has descubierto que puedes moverte sin gatear y ya te has caído dos veces de la cama.
Cuando te emocionas, cuando te gusta algo meces el cuerpo hacia delante una y otra vez y haces un sonidito al respirar. Pura emoción.
El descubrimiento de los sonidos que puedes hacer con la boca (agu ta-ta)
Te gusta mover los brazos, a veces cuando nos vamos nos despedimos moviendo el brazo, tu respondes, creo que hay en ti ya las primeras manifestaciones de un proto-saludo.
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siete meses
La comidita
Llevas con nosotros un poco más de siete meses, unos 225 días, mientras tant tu papá ya lleva por acá unos 12850 días.
Después de cumplir tus seis meses, has comenzado a probar tus primeras comiditas. El menú del almuerzo consiste en hígado de pollo, zapallo, zanahoria y papa amarilla. Por la noche mazamorra de maicena, chuño o manzana. A media mañana alguna frutita como plátano de la isla y jugo de granadilla. El primer día como que no sabías muy bien que hacer con la comidita en la boca, pero claro que esta ahí el instinto y la terminas pasando. Semanas después, ya llevas bien tu comida, pasas, pides más si no te dan el siguiente bocado pronto y me encanta verte toda embarrada. También a veces como que te aburres con la comidita de siempre, así que vamos a tener que agregar nuevas cosas a tu dieta. Y eso sí, comes mejor con cualquier otra persona que no sea tu madre, ves a tu mamá y tus ojitos pasan apuntar directamente la teta. Hay también otras ocasiones en que comienzo a darte tu comida, todo arranca bien, primera, segunda probada y luego te niegas abir la boca, hay que hacerte un poco de circo para que comas, a veces funciona pero otras te sigues negando abrir la boca, de nada sirve apretar con la cucharita tratando de forcejear tu boquita, tendrá que venir tu mamá un ratin, darte un poquito de teta y probablemente tu animo cambie. A veces puedes ser una renegoncita y tu mamá dice que te pareces a mi. Y también están esos momentos en que te llevas la cucharita a la boca, la comida se convierte en tu mano en una especie de plastilina derretida, y todo termina convertido en una especie de chiquerito. Y ni se diga de esos momentos en que arrojas la comida que ya tienes en la boca… Prrrrrrr
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siete meses
Cambio de cuarto
Hace como un par de meses que tu sueño durante la noche ha pasado a ser de corrido y estable. Al fin he vuelto a disfrutar de lo que es poder dormir de corrido. Te vas durmiendo a eso de las once y te vas despertando a las seis de la mañana directa a la teta de tu mamá y el momento de pasar a la cama a dormir entre nosotros pequeña cachorrita.
Hace tres días que has pasado en tu cuna a dormir a tu cuarto. Por el momento todo tranquilo, sigues durmiendo de corrido, aunque con el primer llanto de la mañana tu madre o yo nos levantamos a verte. Por el momento se ha hecho costumbre que con la primera teteada matutina pases a la cama, a mi me gusta tenerte entre nosotros. Vamos a ver como van las cosas, parece sencillo, las cosas no son tan dramáticas como alguna vez me la pintaron.
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siete meses
Más de 1300 pañales
El otro día leía sobre la inauguración de una nueva fábrica de pañales que iba a producir un promedio de millón por día. Me pareció excesivo el número, me preguntaba si realmente podía existir tanta demanda de pañales. Después he sacado la cuenta de cuantos pañales vas usando hasta el momento: 1350. Eso significa además, que tu madre te debe haber cambiado de pañal más de 1300 veces. Mientras tanto mi contribución en ese sentido ha sido bastante modesta.
No me gusta mucho cambiar los pañales, mejor dicho, me cuesta terminar de poner el pañal con precisión, debo reconocer cierta torpeza de mi parte. Eso sí, soy más bien bastante bueno distrayéndote mientras tu madre te cambia de pañales. Aunque, estas últimas semanas cambiarte los pañales se ha vuelto a veces complicado, tú ya no soportas estar pasiva sobre el cambiador y comienzas a moverte, y ahora además que ya aprendiste a voltearte hay que ponerte el pañal contigo boca abajo.
De paso, debo admitir que sufro un poco cuando hay que cambiarte de ropa, básicamente eso de pasar un bracito tuyo a través de la manga larga cuando tu estas en pleno movimiento…temo quebrarte el brazo a la vez que voy comprobando, lo flexible que es tu cuerpo.
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