lunes, 10 de diciembre de 2007
Cara de qué tienes…
Hace algunos días hicimos una nueva ecografía de rutina con la curiosidad de, por fin, poder confirmar el sexo del bebito. Ya la anterior ecografía de hace dos meses, aunque todavía temprana para determinar el sexo del bebé, dejaba intuir por la dirección del tubérculo genital que iba a ser un hombrecito.
Pero esta vez y hasta donde alcanzó a ver la ecógrafa se trataría de una mujercita. Y digo hasta donde alcanzó a ver, porque en un determinado momento el bebito decidió darnos la espalda y comportarse de una manera muy pudorosa. Jódanse!
Así que todavía quedan nuevamente abiertas las dudas.
Por el momento, cómo dirigirse a él, cómo llamarlo, qué música ponerle para que escuche, cómo referirse a él-ella en términos neutrales … en fin, ir cultivando un sano equilibro entre lo masculino y lo femenino.
En relación a los nombres seguimos sin encontrar un nombre de hombre, nos hemos tomado un respiro y por el momento no ando pensando en nombres, aunque para mujer, hace buen tiempo que tenemos uno para ella, sucede simplemente que a las personas que les hemos contado o no les gusta o no muestran mayor entusiasmo.
Por el momento las apuestas ya comenzaron. El otro día, en una reunión familiar se dio una nueva modalidad para reconocer el sexo del bebé. Es muy poco profesional: se trata de ver la foto del bebito y reconocer en un primer aire si es que tiene cara de hombre o de mujer. Por un estrecho margen va ganando “mujercita”, pero hasta ahora no sé cara de qué tienes …
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