Comienza la semana 17 y probablemente el bebito este midiendo doce centímetros.
En las últimas semanas, la gran expectativa de mi chica ha sido el seguimiento de la aparición de la pancita. Desde hace cuatro semanas que todos los días inspecciona el volumen, la forma, los contornos y la parte que se va poniendo más durita. Todos los días, ya sea en la mañana o por la noche me vuelve a preguntar por el tamaño y le digo que todavía mi panza sigue siendo más grande. Una y otra vez me dice “Ya está mi pancita…” esperando que yo le diga que sí, pero le digo que todavía, que si bien ya se va perfilando no se hace evidente y que por ejemplo, en la calle no pasaría todavía como una embarazada. Pero lo cierto es que poquito a poco va creciendo.
Aunque claro, ella no ve la hora de tener una pancita visible. Cómo le seduce, cómo le atrae, qué ganas y qué fascinación puede ejercer una pancita. La barrigita se convierte en la señal más evidente del embarazo y cuando aparece, la identidad de embarazada queda marcada.
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